27.10.12

La vara de medir



Se juntaron todas las nubes de todos los tiempos en un cielo gris plomizo, qué digo plomizo. Antracita. Era un cielo gris antracita. Eolo sopló todo el aire de sus pulmones y más y levantó vientos huracanados, qué digo huracanados. Rabiosos. Era un viento rabioso. Levantó olas que el ojo no medía, qué digo no medía. Inimaginables. Eran olas inimaginables. Y por fin, la vara de medir vidas y destinos que había quedado encallada se movió. Qué digo se movió. La vara repartió leña a embaucadores y chantajistas y restableció la equidad.
Si algún día ven la vara flotando, no la prendan, déjenla hacer su trabajo a la deriva.
Tiene tendencia a encallar.

20.10.12

Tendedero

Y tú, ¿qué quieres ser de mayor?
Tendedora de corazones alegres que buscan dueño


13.10.12

Veo veo







Verás lo que tu mente quiera. 
Tu retina atrapa y tus neuronas disponen.