Voy a poner este enlace aquí a modo de extintor. Rómpase en caso de
incendio.
Y así cuando piense que ya todo es artificial y hasta las naranjas
perdieron el sabor de mi niñez, que no hay derecho a las largas esperas en la
cola del médico, que tanto rufián suelto no es normal, volveré a esta entrada y
leeré tremendo tocho. Para no olvidarme que aún con todo, no me ha tocado tan mala época para
VIVIR.