29.11.15

El mundo está lleno de señales

En mi calle, por ejemplo, han puesto un círculo azul con una flecha blanca para que sepa bien donde está mi casa los días que llego de juerga en la madrugada, menos mal. Otra que me gusta mucho es la que tiene un círculo rojo con un número dentro, esa que te dice qué edad mental aparentar, aunque cierto es que en la autopista no le hago mucho caso porque conducir como una abuela de ciento veinte años se me hace aburrido, la verdad. Bueno, en verdad esa no es la que más me gusta, la que más la que más es tu dedito señalando así para que vaya.
O como la de aquí abajo, que le recuerda a la gota de mar cuál es su destino allá arriba y a mí donde tengo la cabeza.