En mi calle, por ejemplo, han puesto un
círculo azul con una flecha blanca para que sepa bien donde está mi casa los
días que llego de juerga en la madrugada, menos mal. Otra que me gusta mucho es la
que tiene un círculo rojo con un número dentro, esa que te dice qué edad mental
aparentar, aunque cierto es que en la autopista no le hago mucho caso porque
conducir como una abuela de ciento veinte años se me hace aburrido, la verdad.
Bueno, en verdad esa no es la que más me gusta, la que más la que más es tu
dedito señalando así para que vaya.
O como la de aquí abajo, que le recuerda a
la gota de mar cuál es su destino allá arriba y a mí donde tengo la cabeza.