20.11.21

Pobre tonta, me responde el texto lo mire por donde lo mire

y es por eso por lo que hoy no voy a escribir

14.11.21

Volveré

Era una playa, un bellísimo recuerdo y una brisa. Ya no lo es. “Dios me la bendiga y le dé mucha salud”, decía la dueña del kiosko al despedirse. Ahora, kiosko incluido, son toneladas de magma: Una nueva fajana. Queda todo sepultado por la vida misma que siempre deja intactos los recuerdos. Una fajana como la otra que también llaman playa, en el sentido opuesto de la isla bonita, donde se bañaba la anciana desnuda libre ya de vergüenzas que fue nueva fajana y es fajana vieja. O aquella otra del norte que llaman piscina natural, libre de aditivos y conservantes, pero llenita de vida. O como esta donde piso ahora mismo que llamo hogar.

Eso somos, fajana sobre fajana sobre fajana. Y sobre fajana una. Dios, se viene la Navidad.