Mientras
me fumo un pitillo, me llama la atención la gota de agua en el patio
de Krakow porque juraría que ya estuvo en el tendedero del mío. Ha
visto tantos patios, me dice.
Así
como la gota ha viajado por miles de fechas y lugares en el almanaque
de la Historia, a ti y a mí nos ha tocado compartir exclusivamente
este preciso espacio y tiempo. Haciendo nuestra propia historia. Ya
es casualidad.