29.9.19
28.9.19
Y si fuera así
Era
sólo cuestión de tiempo que ese ruido monótono e infernal desde
que salía hasta que se ponía terminara por volverla loca también.
Sólo al anochecer, cuando el estruendo del sol se transformaba en un
intenso murmullo, salía a la calle. Eso y los cascos es lo que de
momento la salvaba.
22.9.19
Intraordinario
Algún
jirón aletea aún en el mástil
bajo
la luz de este sol agradable parido por la tormenta
-para
que no me olvides- susurra
No
contabas con mi vista miope que desenfoca la vela
y
abraza la estela
que
brilla
al
prado difuminado y a la margarita blanca ineludible pero tan bella
A
la ilusa -pero no tanto, no te emociones- que sigo siendo yo
14.9.19
Ahora cuento pasos
Con
lo bonito que es “camine usted tres parques, cinco orillas, media
Toscana italiana”, te dicen camine usted diez mil pasos. Con lo
poco que me gusta contar. Bueno, no es cierto del todo, cuento
alegremente durante la jornada laboral y ya. Odio contar el resto.
Las horas, los días (oíste Toro? 14 de septiembre ñiñiñi), si ya
ni cuento las vueltas al sol que llevo.
Del
sofá a la nevera hay 18 pasos. Mi orilla, ida y vuelta, son unos
2.000. La vuelta al trabajo cuenta el doble, doctora, que son pasos
así como que pesan. Y calculo que 50 aquellos que siempre me
preguntaré ¿y si los hubiera dado?.
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