29.12.19

En ruta


Esta mañana a las seis me han parado en un control policial. He dado positivo en chocolate con churros. Me han hecho bajar y me han pedido que diga una frase aleatoria. “Se puede vivir sin pasión, pero conmigo no cuenten”. “Dulce, pero no empalagosa, puede seguir circulando.”


21.12.19

Echo de menos


La sazón de pimienta, el azúcar y hasta la sal en la herida. La oscuridad y el silencio de la madrugada llena de luz. El latido desatado y el nudo en la tripa. La expectativa, la sorpresa, incluso la desilusión. Echo de menos porque fue tan bonito aquello bendito. 
Amor. Quimera.
Lo que quiera que fuera



14.12.19

Con lo que yo sufrí


De adolescente tenía un diario -ego- donde mi amor platónico lo llenaba todo. Lo rompí hoja por hoja en una mudanza, así que escribo aquí el epílogo.

Querido ego:
Dentro de treinta años te quedarás atrapada en un ascensor a oscuras con él.
¿Y no te lo vas a creer pero sabes qué? Ná de ná



7.12.19

Dimash Kudaibergen

De vez en cuando aparece un terrícola que se te cuela hasta las entrañas y te hace llorar bonito.


23.11.19

Allá




Al columpio tornaré
y al eco de tu viento
tornaré
entre brumas tornaré
aquí
allá cuando todo sea recuerdo

16.11.19

Enjaulados


Ellos dicen que la tristeza es un sentimiento de dolor anímico producido por un suceso desfavorable que suele manifestarse con un estado de ánimo pesimista, de insatisfacción y de tendencia al llanto
que la ansiedad es un estado de agitación, inquietud o zozobra del ánimo
y que la locura es la privación del juicio o del uso de la razón
Da igual
que yo sé que es el alma intentando
escapar


(Gracias a los que me hacen volar)

9.11.19

Magia


Te he comprado un conjunto de lencería de encaje rosa palo, un vestido rojo de escote en v de vivalavida y unos zapatos negros de tacón de aguja para que tengas diez segundos en hacerlos desaparecer.



19.10.19

Deseitos


Fumarme un porro en Amsterdam (pendiente)

Bañarme en bolinchis en Fuerteventura









28.9.19

Y si fuera así


Era sólo cuestión de tiempo que ese ruido monótono e infernal desde que salía hasta que se ponía terminara por volverla loca también. Sólo al anochecer, cuando el estruendo del sol se transformaba en un intenso murmullo, salía a la calle. Eso y los cascos es lo que de momento la salvaba.



22.9.19

Intraordinario


Algún jirón aletea aún en el mástil
bajo la luz de este sol agradable parido por la tormenta
-para que no me olvides- susurra
No contabas con mi vista miope que desenfoca la vela
y abraza la estela
que brilla
al prado difuminado y a la margarita blanca ineludible pero tan bella
A la ilusa -pero no tanto, no te emociones- que sigo siendo yo



14.9.19

Ahora cuento pasos


Con lo bonito que es “camine usted tres parques, cinco orillas, media Toscana italiana”, te dicen camine usted diez mil pasos. Con lo poco que me gusta contar. Bueno, no es cierto del todo, cuento alegremente durante la jornada laboral y ya. Odio contar el resto. Las horas, los días (oíste Toro? 14 de septiembre ñiñiñi), si ya ni cuento las vueltas al sol que llevo.

Del sofá a la nevera hay 18 pasos. Mi orilla, ida y vuelta, son unos 2.000. La vuelta al trabajo cuenta el doble, doctora, que son pasos así como que pesan. Y calculo que 50 aquellos que siempre me preguntaré ¿y si los hubiera dado?.




15.8.19

Tratado de física


Si ignoras su empuje en sentido contrario es fuerza cero, que es cuando te duchas a diario, trabajas y comes. Si le prestas atención es fuerza gravitatoria, que es cuando sueñas despierto y bailamos juntos a kilómetros de distancia. Y si dejas que maneje, es fuerza centrífuga, que es cuando te señalan por mandar las reglas sociales a tomar viento y dicen mira, un loco.



13.8.19

Piropos


Está feo que yo lo diga, pero de pibilla levantaba pasiones.
No creas que me gustaba, no. Lo de los piropos por la calle lo llevaba mal, entre otras cosas porque tenía que escuchar muchas burradas, sobre todo de hombres maduritos ajquegosos “Ah, quien cogiera ese virgo”, o este que es muy delicado a la par que elegante “Chas, esos labios marcaditos quien los pillara”. No me estaba mirando a la cara, no. 
Otra muesca más para sumar en los probadores de las tiendas de ropa: no me marca pezón, no me marca culo, no me marca sonrisa. Bien, póngame dos de estos sacos, por favor.

Vale, había algunos bonitos tipo “gracias por salir hoy a la calle”, “mira qué coisa tan linda” pero, Pero, PERO, quemedehe. Que voy yo ahí con mis cosas tan pancha y me escacharruflas los nervios. Qué necesidad tengo yo de ponerme en guardia cada vez que me cruzo con un male. Y si son más de dos males, ya te encomiendas a Agustina de Aragón.

Recuerdo una de las veces que iba por la calle y divisé allá a un grupo de chicos sentados en un muro adyacente a la acera por la que caminaba. Activé inmediatamente el modo invisible: no hacer contacto visual, paso ligero, culo padentro. "Ehhh guapaaa" "Fuiii fuiiiiu" Intentando que las piernas no me fallaran por fin los pasé, aunque no acababan los vítores “Ehhh” "Eh lopillas, adiós eeeh" Coñe, son conocidos. Me giré caminando aún y saludé "Ah chicos hola jeje", me dí la vuelta y ¡cataplón!, me comí de lleno una farola.
Sin pezones, sin culo, sin sonrisa y sin dignidad.

8.8.19

Me da igual la verdad



Porque siempre serás mi mentira más bonita, 
me da igual tu verdad.
Y cada vez que el mundo se vuelva insoportable de verdades, me seguiré escapando contigo a mi lugar favorito verdadero.

13.7.19

Instantes


De vez en cuando hago una anotación escueta de un momento que estoy disfrutando. Es como una fotografía pero en palabras. Las pongo aquí para tenerlas a mano y en verdad os digo que al leerlas es como si repasara un álbum de fotos, reviviendo cada instante. Lo siento por ustedes :P

Exótico como el olor del Metro
Estimulante como un viernes en blanco por delante
Sedante como la música aquí que crea la lluvia allá
Reconstituyente como un par de horas al sol de enero
Tierno como tu brazo agarrado al mío mientras paseo a tu paso
Efímero como el llanto de un recién nacido en tu vida
Sosegado como los olivos en su hilera mientras el hotel duerme
Agotador como un pulso con el Atlántico
Estimulante como una pelea con las olas
Acogedor como la feliz rutina
Bonito como las margaritas de los bancales en barbecho
Travieso como el sonido de las hojas secas rodando sobre el asfalto
Familiar como el olor a riscos salados
Sanador como un dolor de tripas por las risas
Relajante como la arena al atardecer bajo mis pies
Cívico como un senderista en medio del monte
Hipnótico como el destello del sol en el mar
Intimo como el camino al pueblo pesquero


22.6.19

?

Imagina un cuerpo desnudo










De piel blanca










Con patas peludas


8.6.19

Hola amor


La casa ha estado muy silenciosa sin ti. Como a mí me gusta. Igual vivir sola no es ese infierno que tantas veces reproduce mi cabeza. Tenemos que separarnos más, pero yo de este lado, el de la soledad que suele ser el tuyo. Lo cierto es que me siento bien con estos nuestros vecinos pajaritos de compañía y algo sorprendida por ello “Puedo vivir sin ti pero elijo estar contigo”, dijo alguien que me viene a la cabeza. Me estoy haciendo un máster en esto de las despedidas, las ausencias y los desapegos y no sé si sacar notable es bueno o malo. Claro que quizás esta chocante paz que siento es porque estoy entretenida preparando tu plato favorito y oliendo la chaqueta que dejaste en su nositio. O quizás también porque sé que ya en un rato voy a recoger al aeropuerto tus ciento veinticinco hercios de voz y tus silbidos. Puede ser. Quizás.



1.6.19

La edad perfecta


Me la encontré a la salida del cine y nos alegró mucho reencontrarnos pues les había perdido la pista desde el Instituto. Tiene veintiocho años. Se la veía muy bien con su pelo color violeta. Me dijo que Carolina tiene cuarenta y dos y Elena treinta y siete. Le conté que tal como saltaba a la vista, yo continuaba cumpliendo años porque aún no había encontrado la edad perfecta. Nos dimos los teléfonos y un beso.



19.5.19

La madre que cría mariposas


Su niña adolescente de pelo azabache murió hace cuatro meses y ella es ahora el retrato de la más profunda tristeza.
En uno de nuestros cafés diarios le pregunté qué hacía para expresar tanto dolor. “Criar mariposas monarcas” me dijo.
Tengo una atracción peculiar por las mariposas pues me han pasado cosas curiosas con ellas, así que me encantó su terapia.

Se abastece continuamente de asclepias, pues las orugas son tan voraces que dejan el jardín arrasado en cuestión de días. Las observa cuando buscan desesperadas el mejor sitio para colgarse y ponerse en posición de jota para la extraordinaria transformación y las atiende cuando por fin eclosionan en tan bella forma de la naturaleza.
“Esta que me visita cada día ya es viejita, mira las alas desconchadas por todas sus aventuras, incluso fíjate que lleva un hilo de telaraña prendido a sus alas”.
Nuestros ratitos se convierten en una fascinante escapatoria.

El otro día, limpiando las malas hierbas en un sitio muchas veces limpiado anteriormente, me cuenta que algo brillante llamó su atención. No se lo podía creer. Era un pendiente perdido hace muchísimo tiempo en forma de osito, regalo de bautizo de su niña. “Yo también te quiero tantísimo”. Ahora lo lleva colgado del pecho engarzado en un corazón.


Creo en pocas cosas y entre ellas no está Dios, pero estoy convencida de que todo en el universo está relacionado y los milagros suceden -cursilería dentro- cuando miramos con los ojos del alma.

6.4.19

Memoria selectivérrima



Dicen que la felicidad consiste en tener mala memoria y va a ser que sí.

Mis primeros recuerdos son de los ocho-nueve años, de ahí para atrás naíta: Así como imagen, mi profesora de cuarto con su bata de cuadros de vichy rosa y blanco escribiendo en la pizarra. Y así como batiburrillo, mi muñeco de trapo con pelo erizado azul que se reían de él. La melena rizada de mi querida amiga Anabel y el pan con chocolate de mi amiga Celia, con la que tuve una pelea de agarrarnos de los pelos a la salida del cole y vino un poli a separarnos -pero empezó ella que me tiró de las trenzas eh.
Mi libro de cuentos de Hans Christian Andersen con sus bellas ilustraciones y los recortables que yo misma me hacía copiando a la reina de las Nieves. El siroco, que pegaba la arena a mi polo de hielo y Vela, que era el apellido de aquel chico moreno que no tiene cara. Poco más de tan pequeña, el resto lo recuerdo por las fotos.

Pues con todo, así mismo. ¿Recuerdas cuando fuimos a? NO. ¿Recuerdas aquella vez que hicimos? NO. ¿Fulanita, la hermana de Ciclanita, recuerdas? NO.

A veces mis amigas, mi familia, me sorprenden gratamente recordando anécdotas. ¿Yo hice eso? Vaya, no lo hice tan mal. Y otras veces me sacan los colores. ¿Yo dije eso? Tierra trágame.

Memoria selectivérrima. Y creo que no está tan mal oye.

24.3.19

oh oh

He descubierto el Plotaverse, un aplicativo que le da movimiento a las imágenes. Ahora sólo me queda trastear para poder publicar imágenes en movimiento sin que me tupan a publicidad por no pagar jeje



17.3.19

Un paseo por tu mente


Una bandada de estorninos viene a recibirme y los persigo embelesada hasta donde el cielo se torna naranja. En el horizonte, una nube gris impresionante va tomando forma cuando de repente todos los relámpagos del tiempo caen sobre un mismo punto. Los truenos tararean Conquest of paradise. Las gotas de lluvia chapotean en un charco de risas alejando el susto y yo me empapo de ricas carcajadas. Un rayo de luz extiende su brazo y me da un globo. Subo y subo y subo hasta que la ciudad no es más que un punto gris lleno de luces amarillas que se encienden y se apagan. Me balanceo entre la admiración y la tristeza lejos del mundanal ruido. La falda de mi vestido, enamorada, baila una bachata con el viento. De un impulso alcanzo a agarrarme a tus pestañas y una lágrima azul me arrastra hasta el mar de las palpitaciones. Se seca mi pelo con suspiros de tramontana. Dejo la ropa de los delirios, tomo resuello y parto desnuda de mí.


9.3.19

Sacador de fotos


Esa mañana, como todas desde que sufrió el ictus, fue a caminar por la playa. Se descalzó y dejó que las olas de la orilla le refrescaran los pies como tanto le gustaba a María. Clic. Al sentarse en un escalón para secarse, vio un corazón hecho con caracolas iguales a las que María coleccionaba. Clic. Apenas llegó a la terraza del bar, el camarero apareció con su cortado y la prensa. Hoy le había dibujado con la espuma de la leche una carita sonriente como la del pin que llevaba María en la mochila. Clic. “Capricornio. No busques más, lo que ocurrió ya es pasado así que intenta avanzar. Acuario. Una paz inusitada te hará entender muchas cosas”. Clic. Pagó con calderilla, se levantó y fue hacia el paso de peatones. El monigote del semáforo estaba en verde para él como el día que cruzó María. Clic.Clic.Clic.Clic.



8.3.19

8M


3.3.19

Crac


Iba con la cabeza en la mano. Y esto es lo que pasa, decía susurrando su boca, cuando las alas tiran hacia el cielo y el ancla te sostiene.



24.2.19

Cuándo


Cuál será el último baño en la playa, cuál el último clímax, cuándo la última carcajada. Tu palabra cuerda, mi mirada loca. El verso final.



17.2.19

Así

Amaga colorín en el horizonte. Y yo que estoy bien así.
Con mi rojo, con mi gris.


16.2.19

Nada de nada

Atiende. Voy a hacer magia. Nada por aquí. Nada por allá.


2.2.19

Tienes que ser buena

Mis demonios son buena gente: La lucha librada fue con mis ángeles


20.1.19

The end

Tibio sol

acaso no es pronto para intuir con miedo el descalabro final

te irás esfumando con la edad



4.1.19

Relieves


Tu bíceps erecto. Tus hombros generosos. Tu silueta escarpada. 

Me gustan los relieves