Doctor, estoy durmiendo muy mal, se me
acelera el corazón y tengo pensamientos obsesivos. Además estoy perdiendo peso
y no tengo apetito ninguno.
Dígame, qué tipo de pensamientos son?
No paro de recordar su sonrisa, sus lindos ojos
verdes, el olor que desprende su pelo.
Bien. Está usted enamorado. Le mandaré una
pastilla cada ocho horas y ya verá que se encuentra mejor.
Pero, doctor, entonces dejaré de amarla.
No, usted la querrá, pero tranquilito.