29.4.23

Sociedad ilimitada

 

Carla y Zoe tienen 20 años y muchos sueños por delante. Pichi estudia Psicología y Rubita estudia Logopedia. Ambas planean que, al finalizar los estudios, puedan montar un gabinete psicopedagógico para niños con problemas. Perla tiene unos ahorros que le dejó su abuela y Tesoro está reuniendo casi todo lo que gana dando clases particulares. A Amor se le dan bien las cuentas y a Vida las relaciones humanas, no es mal comienzo para repartir roles, piensan cuando hacen sus planes. Loqui quiere que el local esté en un sitio céntrico, bien comunicado y Linda propone que esté en las afueras cerca de zonas más deprimidas. Zorra quiere llamar al Gabinete “Mentor” pero a Puti no le convence, así que aún andan proponiendo nombres para el negocio, que eso se les da pero que muy bien.




27.4.23

Ser piedra, papel o tijera

 

Me gustaría sentir menos

Así podría charlar de esto o de aquello sin perturbarme; qué horror el mundo madre mía; qué tristeza la muerte de aquella muchacha, tan joven; qué imágenes tan desagradables.

Sentir menos para poder discutir con vehemencia defendiendo las verdades sin que se me dispare el ánima y pierda las formas y el sueño y ver las noticias y poder decir caramba, siempre son malas y cambiar distraída de canal.

Me gustaría sentir menos para estar más y no sentir la imperiosa necesidad de retirarme del mundo para que el nudo se disuelva.

Me gustaría sentir menos pero fíjate que, entonces, yo no sería yo.





23.4.23

Casi bandera roja

Estimados señores del Tranvía de Tenerife   

   Les comunicó que el sábado a las 21,49 horas en el trayecto La Laguna-Intercambiador ocurrió un error grave de seguridad. 

  Que el grupo de amigas que me precedía salió sin problemas al llegar a la parada, pero al ir a salir yo, se cerró la puerta del tranvía, quedando atrapada mi chaqueta conmigo dentro del vehículo.

  Que el conductor arrancó , con mi cara de haba según me cuentan, y continuó la marcha sin hacer nada al respecto, aún habiéndose dado cuenta por el barullo que se montó tanto fuera como dentro del vagón. 

   Que me mantuve atrapada dentro del vehículo hasta la siguiente parada donde por fin se abrió la puerta y pude bajarme. 

 Les comunico igualmente que iba a poner una reclamación, pero al reunirme de nuevo con mis amigas se estaban descojonando por los suelos -como no- y ganaron vida, así que declino presentarla.

Atentamente.





21.4.23

Curitas del mundo interior




Y ya tengo otro papel para envolver regalos!






13.4.23

Hora de soplar

 

Habrá que reunir las cenizas de mi holocausto en un pequeñito altar


y después de aspirar bien profundo


aprendizaje


agallas


y un enorme no rotundo,


soplar



cenizas al microscopillo



cenizas fénix


11.4.23

Furtivos

 

A lo lejos una hilera de farolas con luz amarilla como fin del territorio cívico y a continuación un vacío oscuro que apenas muestra la tenue silueta de una colina desierta...

Alba y Hugo tienen esa edad en la que aún creen que se van a comer el mundo y ni se les pasa por la cabeza que es el mundo el que se los comerá. Han dejado de quedar tan a menudo con la pandilla porque ahora son el uno para el otro y el otro para el uno, poco más hay que les interese. Los amigos se lo echan en cara de vez en cuando y ellos ceden y quedan todos juntos para hacer botellón en los alrededores del parque. Se lo pasan muy bien, muchas risas, alguna conversación filosófica inducida por el cannabis y otras veces, pocas, la confesión de algún problema al que tampoco le dan demasiada importancia.

Alba y Hugo viven cada uno en la casa de sus padres; no ganan lo suficiente para hacer frente a un alquiler compartido. Alba porque son pocas las horas que la contratan al día y apenas le da para pagar las letras del coche de segunda mano y Hugo porque no le sale trabajo de lo suyo. Se aman profundamente. Miran con algo de envidia a las parejas que pueden permitirse, ya no vivir juntos, sino compartir una cena decente en la mesa de una terraza a la luz de las velas, o tomarse un fin de semana en algún apartamento cerca de la costa los dos solos. Algún día.

Alba y Hugo son felices sólo con tenerse, con saberse, con pensarse.

...y de vez en cuando, en ese oscuro vacío se vislumbran unas luces largas camino del amor furtivo.




2.4.23

no encajo

 

Que uno cree que sí, quiere que sí, intenta que sí

pero no

No es signo de buena salud el estar bien adaptado a una sociedad profundamente enferma” 

Jiddu Krishnamurti