29.6.20

Anatomía de un absurdo

La rabia, el susto, la ansiedad, la decepción se ceba con las tripas, las exprime, las asfixia hasta que falta el aire y el corazón palpita bocanadas
La tristeza inunda el pecho y empuja y empuja como queriendo reventar el corazón y escapar de este cuerpo que la aprisiona
La alegría, la alegría es acaso un suspirito asombrado entre una y otra

Pobre corazón


27.6.20

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Cañadas del Teide 00.00 horas. Una mantita, un termo con chocolate y una dos petacas de ronmiel


Vamos a hablar del sentido de la vida, de la inmensidad y de la soledad, de porqué se me encogen las tripas con tus cosas, de que si aquello es un ovni aunque digan los listos que es la estación espacial, de la intrascendencia y el infinito, de que lo nuestro no es amistad, de lo bonito que es el mundo, de lo holible que es el mundo, de que tanto silencio es sobrecogedor y qué delicia estar así con alguien sin sentirse incómodo, de lo duro que está el suelo a ciertas edades mecagoendiez, de que la vida pasa y aquí seguimos, de que no estaremos y qué mas da, de qué risas cuando haces el Oso Mayor, del Big Crunch y mil y un cuentos del The end, de que leas la insoportable levedad del ser, de que no sabemos nada, de que no somos nada y qué bien, de las vueltas que damos, de la velocidad a la que vamos y el vértigo desde la primera nalgada, de que ya estoy piripi, de la vida que es sencilla y el mundo un disparate, de que hay que elegir vida o mundo y cuidar con mimo la estrella a la que le pides deseos.
¿La fecha dices? Un 14 de septiembre, que aún no hace mucho frío, de alguna próxima vida.