Cañadas del
Teide 00.00 horas. Una mantita, un termo con chocolate y una
dos petacas de ronmiel
Vamos a
hablar del sentido de la vida, de la inmensidad y de la soledad, de
porqué se me encogen las tripas con tus cosas, de que si aquello es
un ovni aunque digan los listos que es la estación espacial, de la
intrascendencia y el infinito, de que lo nuestro no es amistad, de lo
bonito que es el mundo, de lo holible que es el mundo, de que tanto
silencio es sobrecogedor y qué delicia estar así con alguien sin
sentirse incómodo, de lo duro que está el suelo a ciertas edades
mecagoendiez, de que la vida pasa y aquí seguimos, de que no
estaremos y qué mas da, de qué risas cuando haces el Oso Mayor, del
Big Crunch y mil y un cuentos del The end, de que leas la
insoportable levedad del ser, de que no sabemos nada, de que no somos
nada y qué bien, de las vueltas que damos, de la velocidad a la que
vamos y el vértigo desde la primera nalgada, de que ya estoy piripi,
de la vida que es sencilla y el mundo un disparate, de que hay que
elegir vida o mundo y cuidar con mimo la estrella a la que le pides deseos.
¿La fecha
dices? Un 14 de septiembre, que aún no hace mucho frío, de alguna
próxima vida.