25.1.13
18.1.13
13.1.13
11.1.13
5.1.13
la semilla de Dalí
Empezó siendo una bolita compacta que olía muy bien. Hará algo más de
tres años.
Yo, como siempre muy bien mandada, pedí permiso para llevármela, no
fuera que me llamaran la atención a la salida de la casa y me pusieran cara a
la pared para cachearme. Ladrona. Alto ahí. No era plan estando de vacaciones,
-ah las vacaciones, aquellos tiempos en los que darse una escapada no era un
sueño inalcanzable-. Al fin y al cabo era una semilla de un árbol privado. De
un árbol de Dalí. Fue el recuerdo de Portlligat que me llevé. Lo tengo junto a
las piedras del Sella y la espuma de mi Teide.
Con el tiempo se abrió como si fuera un puzzle que descifrar y alguna
vez, cuando le echo un vistazo resulta que se ha abierto aún más. Ahora parece
una nave extraterrestre que ha abierto sus puertas de evacuación.
La miro con curiosidad y recelo. Igual le salen rejos y sale corriendo
un día de estos.
1.1.13
2013
Podrías planificar cada escalón, planear cada reto, pisar sobre seguro....
Podrías subir corriendo sin mirar atrás ni repasar lo que va aconteciendo....
Podrías tirar de ilusión para deleitarte impregnando cada huella pisada...
Podrías necesitar un empujón a mitad de camino para alcanzar la meta...
Lo que harás seguro es subirlo. Peldaño a peldaño.
Así que manos a la obra
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