la delgada línea

Un duende cascarrabias me enseñó a saltarla.

Un dos tres un dos tres un gato panzudo y un pez

Si te quedas mucho rato en este lado puede que se te revuelvan las tripas y además corres el peligro de morir de aburriverdad, incluso en un semáforo en rojo, de aburrimiento.

Si permaneces demasiado tiempo en el otro lado se te enmelona la cabeza y puedes perder la razón. Primero la erre luego la a, la zeta y así hasta que te queda solo un .

A veces yo pongo un pie en cada lado y entonces me diviersifico el corazón un ratito

Como ahora

:)

maldito corsé

Con lo bien que me sentía desnuda
Lo siguiente será la depilación

Vallas

Recorrió dos países pasando calamidades. Llevaba algo de dinero extra para comprar comida básica, pan, leche, alguna fruta. Muchas veces comía de la caridad. Siempre había alguien dispuesto a ayudar.

La peor parte fue en la frontera. El día a día se hacía duro esperando poder saltar la maldita valla. Se juntaban jóvenes de todos los países y compartían lo poco que tenían. Hablaban de sus lugares de origen, de sus familias, de sus novios y novias que dejaron para partir. Entre ellos se daban ánimos pues la tentación de desandar lo caminado era grande.

Sin embargo él lo tenía clarísimo. Llevaba el dinero justo para la matrícula. Canarias no le ofrecía posibilidades. Quería hacer un máster en Londres e iba a por todas.