Esto de que repitamos
rituales se hace para poner un poco de orden en nuestras alocadas vidas. Tanto
disparate, tanto desenfreno, que no lo entendéis.
Resulta que hubo un
tiempo en que la gente celebraba sus propios asuntos cuando le daba la gana; se
disfrazaban de payaso el treinta y uno de diciembre, se comían las uvas el quince
de agosto ¡con lo verdes que estaban!. Una locura.
Incluso alguno decidía
darse un baño en la playa con su hamaca y su sombrilla en pleno veinticuatro de
diciembre, qué disparate. Hay gente así, de veras, hala a lo loco. Un
despipote. El 24 está hecho para pasarte el día en la cocina preparando la cena
como tiene que ser. Playa ni playa.
Así, por nuestro bien y
para que no sea esto Sodoma y Gomorra nos han creado una agenda estupenda y
bien organizada.
Y ahora qué toca: cenas
de empresa y turrón. Que no te apetece. Pues te jo.
des.
ResponderEliminarQué recomo muchacha!!
Bueno, si no te apetece puedes no ir...
ResponderEliminarun beso.
Vamos a llevarles la contraria a todos esos que se vuelven locos por el consumismo en Navidad, a esos que hacen lo que siempre se ha hecho porque es lo que se debe hacer.
ResponderEliminarSaludos
:)
Ah, no...
ResponderEliminarYo por ahí no paso.
Soy el atila social por excelencia.
Besos.
voluntario....
ResponderEliminarCada uno tenía que celebrar las fiestas cuando le saliera de las castañas. sin seguir un calendario ni marcar unas pautas. Como si uno quiere celebrar las navidades el mes de agosto. Para atiborrarse y consumir cualquier fecha es propia.
ResponderEliminarSaludos.
Te enlazo a mi lista de blogs.
ResponderEliminarBesos,
Y no deberia ser asi; las fiestas son para que uno las reinvente, no para que las deje inalterables por siempre la palabra de gente del pasado.
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