Me
gusta correr los cerrojos con sigilo y asomarme a hurtadillas por la
ventana mientras todos duermen. Sacar la mano y palpar la densa
atmósfera antes de que los soles en el cenit me la achicharren. Sólo
se oye el poderoso zumbido del amanecer, ni un solo ruido más.
Mientras aspiro el intenso olor a ozono, mi pelo empieza a oler a
chamusquina. Es hora de ir a dormir. Buenos días.
Algo hay que pagar por vivir en la ciudad. Buena descripción de tu amanecer.
ResponderEliminarUn abrazo, buenos días.
Qué paz. Tu pelo olía a chamusquina?? , jaja.
ResponderEliminarBesos y feliz finde.
Lindo, me gustó mucho tu relato. La imagen acompaña de maravillas :)
ResponderEliminarAcabo de descubrir tu blog, y está hermoso así que me quedo a seguirte. Nos leemos♥
Umm, relatos vampiricos, me encanta.
ResponderEliminarBesotes Lopillas
:D
pues si, me sirve, y ademas me gusta mucho tu forma de ver y describir lo trivial, andare por aqui, felicidades
ResponderEliminarNocturna, fantástica
ResponderEliminarFeliz amanecer, hoy cuando cambien la hora
Dulces sueños, y buenos días....
ResponderEliminarme encantó tu descripción... ese disfrute de lo solitario... pero en mi caso es al revés, el gusto de levantarme bien temprano antes de amanecer!
ResponderEliminarbesos,
Diría que habla la luna...
ResponderEliminarBesos!!
Diría que habla la luna...
ResponderEliminarBesos!!
Me he imaginado ese poderoso zumbido como el ruido que hace en mi cabeza la hierba al crecer. Sí, será que estoy un poco loco, pero por supuesto que la hierba hace un ruido en mi cabeza.
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