Me gusta la danza diaria del ático: allí la palmera datilera sobre los tejados que cimbrea sus púas al son del alisio; detrás suya el extractor que emite destellos de discoteca en su alocado giro metálico; más allá la camiseta, la sábana y el mantel que abanan con el entuiasmo que les permiten las pinzas celosas; al fondo los flecos de los toldos que le hacen la ola al zumzum del picado kamikaze de las palomas...
¡Hoolaaaaaaaa díaaaaaaa! gritaría a pleno pulmón si dejara escapar mi niñez a la fuerza escondida.
Holaaaaaaaa niñaaaaaaaaaaaaa sigues tan deliciosamente loca como siempre diría el día.
ResponderEliminarBesos.
Holaaaaaaaa Lopiiiiiii!!! Jajaj... Cuando estés con alguna amiga bromeen y deja salir lo que te mueres por expresar así... como si fuera broma (al menos eso hago yo y luego me siento mejor:). Ahora si eres valiente dale y grítalo un día aunque estés sola, pero con el riesgo de que los vecinos te pasen por loca y te envíen al manicomio de Terremoto Crazy (Jajajaj). BEZOOOOOOOOO!!! <3
ResponderEliminarHooooooooooolaaaaaaaaaaaaaa
ResponderEliminardeja escapar a esa niña de vez en cuando ¡claro que sí!
dos abrazos y un beso
Los áticos tienen su encanto.
ResponderEliminary más aún observándolos desde otro.
Lo áticos depiertan envidia en los otros pisos, son como de la aristocracia.
:)