Vino a caer a mi ventana en forma de gota de agua,
pero el hidrógeno rebelde me contó
enfadado que estaba harto, que el oxígeno le caía mal. Siempre tan protagonista.
Venga, ya saldrá el sol, le dije. Sí hombre, para terminar siendo amoniaco como
la última vez. Yo lo que quiero es escapar con mi pareja y vagar por el universo.
Anda y yo.
Le saqué una foto de recuerdo y al girar para
volver a mi mesa todos los compañeros me miraban estupefactos. ¿Con quién
hablas? ¿Yo? Nada, decía que el limpiacristales del post anterior va a tener
trabajito en cuanto salga el sol.
El sol eres tú, Besos.
ResponderEliminarYo quiero trabajar contigo.
ResponderEliminarY mirar por esa ventana.
Y cuando me aburra tirarte clips a la cabeza.
todo se ve con el prisma del momento
ResponderEliminarque lindo es hablar con la lluvia.
ResponderEliminarA mi llámame para echar unas parrafadas, pero para limpiar cristales no.
ResponderEliminarBesos.
Yo vengo a caer aquí en gotas de pétalos...
ResponderEliminarUn beso.
Eres muy original siempre, me ha encantado esta entrada.
ResponderEliminarUna semana después y seguimos sin ver el sol, ¡que duro es vivir en La Laguna!
¿¿quién sabe?? a lo mejor tu ventana se queda tan limpia por esa lluvia, que ya estará todo limpio, no??
ResponderEliminarBesos¡
Y feliz finde Lopillas¡