8.10.16

Personas humanas

Me dije que más nunca me iba a involucrar en un asunto donde tuviera que poner de acuerdo a un buen puñado de personas humanas después de que una vez hiciera de contacto en un litigio contra la Administración entre un grupo de la isla de enfrente y un grupo de aquí. Acabé JARTITA. Ganamos, eso sí :)

Pues heme aquí tropezando con la misma piedra otra vez: Lidiar con todo tipo de cabezas pensantes. Afú.
Como ya les conté, estoy organizando una jubilación de una compamiga y lo hago con toda la ilusión y con mucho cariño porque la quiero un montón, peeeero. Me agota hasta el infinito y más que más allá la gente-uza.

A ver -papel en mano y uno a uno- quién se va a apuntar para participar en el regalo de la jubilauta. Calculo que entre 10 y 15 euros cada uno, según los que se apunten, dará para la horrorosa lámpara de sus sueños. ¿Puedo poner 5? Vale. Así no puede ser, tiene que ser ó 10 ó 15. Vale 12,64. Mañana te lo doy que hoy no tengo. Vale. Ay se me olvidó, mañana sí que sí. Vale. Que dice fulanita que se lo pongas que ella te lo da luego. Vale. Que dice menganito que si se lo puedes poner que. Ah no, la ong se cerró. Si sobra dinero se le comprará un ramo de flores o algo no? No, me lo quedo yo. ¿Una lámpara? Mejor unos pendientes y un collar que le gustan tanto. Vale, cómpraselos tú. ¿Le haremos un picoteo o algo no? 30 euros más. Emmmm. Además ella no quiere. Pues aunque no quiera debería hacérsele algo. Hazle un bizcochón.

Busca la lámpara, reserva la lámpara, por fin compra la lámpara, enreda a tu marido para que cargue con la lámpara, pon a buen recaudo la lámpara, empaqueta como puedas la lámpara de los cojó.

A ver señoras y señores -libreto en mano y uno a uno- pónganle unas palabritas de recuerdo y vayan pasándose la libreta porfa. Ay es que no me inspiro. Pues pásaselo a otro. Tres horas después el libreto en la misma mesa. Ay, mejor dáselo a otro que luego lo escribo. Vale. Uff, es que tengo muchísimo trabajo. Yo no, a mí me han contratado de celebrajubilaciones, sujétenme que le arranco los pelos.
Todavía sigo con ello y estoy por poner una frase que me salga del culete por cada uno de los compañeros que no se inspiran y firmar con sus nombres. Que poco mono iba a quedar. "Que te vaya bien en tu nueva etapa, Pepita". "En tu nueva etapa que te vaya bien, Luisito". "Que te vaya etapa en tu nuevo bien, Jaimito".

En fin, que si alguna persona humana va a tu mesa cual hermanita de la caridad a pedir por una causa engorrosa del trabajo, POR FAVOR, atiéndela, quiérela, dale las gracias y un abrazo y deja que llore en tu hombro.



10 comentarios:

  1. Las fiestas en las empresas pueden ser un patético desbarajuste, por muy popular que sea el homenajeado.

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  2. Qué horror....

    No sé ni como aguantaste.

    Besos.

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  3. Te metes en cada berenjenal...
    bedos y ànimo.

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  4. Acabaste hasta el moño Lopillas, no es para menos... menos mal que estas cosas no se organizan todos los días, ¿verdad?
    Besotes
    :)

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    1. Güenos mal! jajaja. El caso es que alguien tiene que hacerlas y algún día también lo harán por nosotros, éstas y otras cosas. Empatía, colaboración, disposición es lo que hace falta por parte de TOD@S. Un fisquito no más. Lo mismo pasa con tantas otras situaciones: cuidado de padres mayores, tareas de la casa, trabajos de clase...yo paso que lo haga otro y encima protesto y entorpezco: MAL. Fin de la cita :P
      Besitos a todos!

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  5. Y sin embargo esa gente existe y hay que lidiar con ello.


    Un abrazo

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  6. Mira, yo hice algo similar y casi acaban conmigo. Hubo hasta una confabulación en mi contra, desde entonces paso.
    Besos, guapa.

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  7. Quienes os encargáis de estas cosas sois héroes a mis ojos. Yo siempre os trato bien y nunca os pongo pegas: doy la pasta y me olvido dulcemente ^^

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