Las
ocho horas de esta mañana atendiendo al público han sido tensamente tranquilas. He pasado de llamarme lopillas la agradable a lopillas la
borde, sobre todo entre los clientes asiduos besucones y dadores de
mano. Las tengo en carne viva de tanto lavado. Mi compañera, la que
se ha puesto los guantes, no quiere pulsar el botón del ascensor.
Hemos asistido a un cursillo rápido de tocar botones con el codo. A
la salida, todos y cada uno de los trabajadores del edificio de seis
plantas hemos puesto el dedito en la máquina de fichar sin novedad.
El hall de salida huele a borracho por el gel desinfectante. Por fin
llego a casa. Las noticias dicen que si salgo esta noche a tomarme la cerveza
del viernes soy una irresponsable.
Lo del codo en el ascensor y el dedito de fichar tiene su que.
ResponderEliminarPero en cada ciudad a más casos más medidas.
¿Y no vale el codo para la maquinita de fichar?
ResponderEliminar;)
Besitos.
A partir del lunes confinamiento casi total...
ResponderEliminarAyyyy
y en españa se dan besitos a doble cachete y en francia pues, a olvidarse del beso francés. ¡ah! lo que la humanidad va perdiendo...
ResponderEliminarbesos virtuales
Hay que cargarse de paciencia
ResponderEliminarAcá está llegando y se siente cada vez mas la histeria colectiva..
ResponderEliminarDeberas tomarla en casa
Saludos lopi"