27.7.19
13.7.19
Instantes
De
vez en cuando hago una anotación escueta de un momento que estoy
disfrutando. Es como una fotografía pero en palabras. Las pongo aquí
para tenerlas a mano y en verdad os digo que al leerlas es como si
repasara un álbum de fotos, reviviendo cada instante. Lo siento por
ustedes :P
Exótico
como el
olor del Metro
Estimulante
como un
viernes en blanco por delante
Sedante
como la
música aquí que crea la lluvia allá
Reconstituyente
como un
par de horas al sol de enero
Tierno como tu
brazo agarrado al mío mientras paseo a tu paso
Efímero
como el
llanto de un recién nacido en tu vida
Sosegado
como los
olivos en su hilera mientras el hotel duerme
Agotador
como un
pulso con el Atlántico
Estimulante
como una
pelea con las olas
Acogedor
como la
feliz rutina
Bonito
como las
margaritas de los bancales en barbecho
Travieso
como el
sonido de las hojas secas rodando sobre el asfalto
Familiar
como el
olor a riscos salados
Sanador
como un
dolor de tripas por las risas
Relajante
como la
arena al atardecer bajo mis pies
Cívico
como un
senderista en medio del monte
Hipnótico
como el
destello del sol en el mar
Intimo
como el camino al pueblo pesquero
7.7.19
22.6.19
20.6.19
8.6.19
Hola amor
La
casa ha estado muy silenciosa sin ti. Como a mí me gusta. Igual
vivir sola no es ese infierno que tantas veces reproduce mi cabeza.
Tenemos que separarnos más, pero yo de este lado, el de la soledad
que suele ser el tuyo. Lo cierto es que me siento bien con estos
nuestros vecinos pajaritos de compañía y algo sorprendida por ello
“Puedo vivir sin ti pero elijo estar contigo”, dijo alguien que
me viene a la cabeza. Me estoy haciendo un máster en esto de las
despedidas, las ausencias y los desapegos y no sé si sacar notable
es bueno o malo. Claro que quizás esta chocante paz que siento es porque estoy
entretenida preparando tu plato favorito y oliendo la chaqueta que
dejaste en su nositio. O quizás también porque sé que ya en un rato voy a
recoger al aeropuerto tus ciento veinticinco hercios de voz y
tus silbidos. Puede ser. Quizás.
1.6.19
La edad perfecta
Me
la encontré a la salida del cine y nos alegró mucho reencontrarnos
pues les había perdido la pista desde el Instituto. Tiene veintiocho
años. Se la veía muy bien con su pelo color violeta. Me dijo que
Carolina tiene cuarenta y dos y Elena treinta y siete. Le conté que
tal como saltaba a la vista, yo continuaba cumpliendo años porque
aún no había encontrado la edad perfecta. Nos dimos los teléfonos
y un beso.
19.5.19
La madre que cría mariposas
Su
niña adolescente de pelo azabache murió hace cuatro meses y ella es
ahora el retrato de la más profunda tristeza.
En
uno de nuestros cafés diarios le pregunté qué hacía para expresar
tanto dolor. “Criar mariposas monarcas” me dijo.
Tengo una atracción peculiar por las mariposas pues me han pasado cosas curiosas con ellas, así que me encantó su terapia.
Se
abastece continuamente de asclepias, pues las orugas son tan voraces
que dejan el jardín arrasado en cuestión de días. Las observa
cuando buscan desesperadas el mejor sitio para colgarse y ponerse en
posición de jota para la extraordinaria transformación y las
atiende cuando por fin eclosionan en tan bella forma de la
naturaleza.
“Esta
que me visita cada día ya es viejita, mira las alas desconchadas por
todas sus aventuras, incluso fíjate que lleva un hilo de telaraña
prendido a sus alas”.
Nuestros
ratitos se convierten en una fascinante escapatoria.
El
otro día, limpiando las malas hierbas en un sitio muchas veces
limpiado anteriormente, me cuenta que algo brillante llamó su atención. No se lo
podía creer. Era un pendiente perdido hace muchísimo tiempo en forma de osito, regalo de
bautizo de su niña. “Yo también te quiero tantísimo”. Ahora lo
lleva colgado del pecho engarzado en un corazón.
Creo
en pocas cosas y entre ellas no está Dios, pero estoy convencida de
que todo en el universo está relacionado y los milagros suceden -cursilería dentro- cuando miramos con los ojos
del alma.
19.4.19
6.4.19
Memoria selectivérrima
Dicen
que la felicidad consiste en tener mala memoria y va a ser que sí.
Mis
primeros recuerdos son de los ocho-nueve años, de ahí para atrás
naíta: Así como imagen, mi profesora de cuarto con su bata de
cuadros de vichy rosa y blanco escribiendo en la pizarra. Y así como
batiburrillo, mi muñeco de trapo con pelo erizado azul que se reían
de él. La melena rizada de mi querida amiga Anabel y el pan con
chocolate de mi amiga Celia, con la que tuve una pelea de agarrarnos
de los pelos a la salida del cole y vino un poli a separarnos -pero empezó ella que me tiró de las trenzas eh.
Mi
libro de cuentos de Hans Christian Andersen con sus bellas
ilustraciones y los recortables que yo misma me hacía copiando a la
reina de las Nieves. El siroco, que pegaba la arena a mi polo de
hielo y Vela, que era el apellido de aquel chico moreno que no tiene
cara. Poco más de tan pequeña, el resto lo recuerdo por las fotos.
Pues
con todo, así mismo. ¿Recuerdas cuando fuimos a? NO. ¿Recuerdas
aquella vez que hicimos? NO. ¿Fulanita, la hermana de Ciclanita,
recuerdas? NO.
A
veces mis amigas, mi familia, me sorprenden gratamente recordando
anécdotas. ¿Yo hice eso? Vaya, no lo hice tan mal. Y otras veces me
sacan los colores. ¿Yo dije eso? Tierra trágame.
Memoria
selectivérrima. Y creo que no está tan mal oye.
24.3.19
oh oh
He descubierto el Plotaverse, un aplicativo que le da movimiento a las imágenes. Ahora sólo me queda trastear para poder publicar imágenes en movimiento sin que me tupan a publicidad por no pagar jeje
17.3.19
Un paseo por tu mente
Una bandada de estorninos viene a recibirme y los persigo embelesada hasta donde el cielo se torna naranja. En el horizonte, una nube gris impresionante va tomando forma cuando de repente todos los relámpagos del tiempo caen sobre un mismo punto. Los truenos tararean Conquest of paradise. Las gotas de lluvia chapotean en un charco de risas alejando el susto y yo me empapo de ricas carcajadas. Un rayo de luz extiende su brazo y me da un globo. Subo y subo y subo hasta que la ciudad no es más que un punto gris lleno de luces amarillas que se encienden y se apagan. Me balanceo entre la admiración y la tristeza lejos del mundanal ruido. La falda de mi vestido, enamorada, baila una bachata con el viento. De un impulso alcanzo a agarrarme a tus pestañas y una lágrima azul me arrastra hasta el mar de las palpitaciones. Se seca mi pelo con suspiros de tramontana. Dejo la ropa de los delirios, tomo resuello y parto desnuda de mí.
9.3.19
Sacador de fotos
Esa
mañana, como todas desde que sufrió el ictus, fue a caminar por la
playa. Se descalzó y dejó que las olas de la orilla le refrescaran
los pies como tanto le gustaba a María. Clic. Al sentarse en un
escalón para secarse, vio un corazón hecho con caracolas iguales a
las que María coleccionaba. Clic. Apenas llegó a la terraza del
bar, el camarero apareció con su cortado y la prensa. Hoy le había
dibujado con la espuma de la leche una carita sonriente como la del
pin que llevaba María en la mochila. Clic. “Capricornio. No
busques más, lo que ocurrió ya es pasado así que intenta avanzar.
Acuario. Una paz inusitada te hará entender muchas cosas”. Clic.
Pagó con calderilla, se levantó y fue hacia el paso de peatones. El
monigote del semáforo estaba en verde para él como el día que
cruzó María. Clic.Clic.Clic.Clic.
3.3.19
Crac
Iba
con la cabeza en la mano. Y esto es lo que pasa, decía susurrando su
boca, cuando las alas tiran hacia el cielo y el ancla te sostiene.
24.2.19
Cuándo
Cuál
será el último baño en la playa, cuál el último clímax, cuándo
la última carcajada. Tu palabra cuerda, mi mirada loca. El verso
final.
17.2.19
16.2.19
2.2.19
20.1.19
The end
Tibio sol
acaso no es pronto para intuir con miedo el descalabro final
te irás esfumando con la edad
4.1.19
22.12.18
15.12.18
He vuelto a caer pardiez
El
estrés no es sólo algo impuesto por los demás. Es uno mismo el que
se deja arrastrar. Al estrés hay que decirle que no desde que asoma.
“No lo hago” “No puedo” con palabras o con actitud, da igual. El mundo sigue. Y si lo hago, estas son mis condiciones; si no, no cuenten conmigo.
Tururú.
A
ver si escribiéndolo aquí no se me olvida otra vez.
¿Recuerdas cuando éramos pardillos y nos estresábamos?
9.12.18
La Palma
Suenan
las campanas en Garafía. Una...dos...tres...hasta diez. A lo lejos
una voz con megáfono “hay chicharros, sardinas y peto”. No se
oye nada más. No se ve a nadie más.
Me
dicen que esto está lleno de jubilados alemanes. No me extraña. No
es mal lugar para olvidarse del mundo...
A ver si encuentras las casitas de los alemanes
Mira cuántos plátanos están haciendo para ti
Ahí me jinqué un escaldón de gofio con mojo verde
1.12.18
Una cosa
Te
voy a decir una cosa. Luego ya tú tomas tus propias conclusiones y
haces lo que quieras como si te lo tomas a mal y quieres
dejar de hablarme e ignorarme para siempre me dolerá y estaré un
tiempo triste pero estás en tu derecho de hacerlo y yo en mi derecho
de decirlo que tampoco hay que tomárselo todo tan a la tremenda madre mía que exagerao
25.11.18
Un cumple más o un cumple menos?

No es mal regalo eh?
Titiritiritiri
18.11.18
Con el aura aturdida
No
sé si te reconocería en otro tiempo en otra vida en otro mundo. Con
otro empaque no se me ocurre más que el alma asome por el brillo de
los ojos. En ese caso estoy perdida. No te reconoceré. Quizás el
aura que te envuelve con el aura que me envuelve sí. Y entonces nos
miremos y nos quedemos un instante estremecidos y tú cruces confuso
el semáforo ya en ámbar y yo tome turbada el taxi que ya paró.
10.11.18
El
El
es pecial, pontáneo, trambótico.
El sabe latín y Lotodo.
Su vida es fanta,
poe y corte sía.
Todo un i verso.
27.10.18
14.10.18
Suscribirse a:
Entradas (Atom)