
Y, conmigo también soñaste?
No, contigo no soñé, pero te dibujé cada día. Elegí el verde limpio de tus ojos, los rizos rebeldes de tu pelo. Lo que mejor me quedó fueron tus orejitas, a que son preciosas? Un día me despisté y por eso te salieron los dientes torcidos, pero el ortodoncista ha hecho un milagrito eh?
Ja! Pues que sepas que yo te elegí a ti como madre porque me regalaban un chupachups.
Yo también te quiero muchísimo, hija mía.