Vuelvo desde un suspiro porque me he enterado de una desdichada noticia bloguera y he estado pensando en este estar a medias que son las redes.
Si aceptarlo como una nueva forma ligth en muchos casos de “relacionarse” o cerrar los comentarios y sólo publicar. Todo esto viene a colación de una bloguera que conocí como comentarista del blog de Toro Salvaje durante añísimos, pero muchos eh. Si acaso, compartimos algunas risas, nada más, porque leernos, muchas veces nos leíamos. Y esas cosas que piensas que había dejado de comentar porque estaba cansada de blogger y es que murió.
Me afecta, entiendo que como a todos, que tengamos en general este trato muchas veces cordial y distante, sin saber realmente del otro como persona poco más allá de nuestras creaciones y que de repente un día dejen de estar, porque se van o porque se mueren; a veces ni lo sabemos.
Ya me ha pasado con blogueros, con los que he tenido confianza y mantenido relaciones más personales y de cariño compartido, que han muerto. Es muy triste, pero queda lo vivido. Es distinto.
En el caso de los blogueros que pasamos unos al lado de los otros durante años, que nos conocemos de leernos casi a diario en comentarios en blogs ajenos, pero que no entablamos ningún tipo de relación, se me hace más duro. Es difícil, claro, no hay tiempo posible para comentar y entablar relaciones con tantísima gente. A veces es que ni siquiera hay feeling. Pero se me hace tan frívolo ésto.
Estoy en un dilema. Las cosas a medias no me terminan de gustar. Soy una intensita rara. Intensa desapegada y eso no es fácil de llevar. En realidad aquí todo es muy intenso, allá en el otro lado mundano nos rozamos con miles de personas en el bar, en alguna parada, en alguna cola y no los vemos más y también mueren, pero es otra cosa. No compartimos el alma. Quizás todo esto no es más que una huida del dolor más grande que tiene la vida, de la no aceptación, en el fondo, de que algún día cada uno de nosotros no seremos.
Y me da algo de rabia ponerle estas flores porque se las tenía que haber dado a ella cuando era. Pero quiero dejarle un cariño por aquí que igual donde ahora está también hay readers de blogs. Para ti, Juncal.
El devenir.
ResponderEliminarBesitos mi genia
Nos dices lo que creo es el sentir mayoritario, escribimos, leemos, comentamos, desaparecemos. Con algunos hay más relación que con otros, por motivos supongo que de afinidades o de atracciones. No me veo teniendo algo a medio gas, cuando no pueda o me canse, supongo que me despediré del todo, si no me han dejado de leer antes para hacerme saber que ya se pasó mi tiempo. ;)
ResponderEliminarBesitos.
No perdamos la esperanza de que nos sigamos leyendo , es un hermoso pasatiempo, no hay mejor, par mi...Y por supuesto el feeling siempre ha existido, en blogger y físicamente. Sigamos a mi no me cansa escribir ni leeros. Que descanse en paz esa persona. Besicos
ResponderEliminarEres un cielo.
ResponderEliminarDe verdad.
Eres un latido que se emociona.
Y me emocionas.
Un abrazo de corazón.
¿qué somos? no somos nada.
ResponderEliminaro sí, casi apenas un recuerdo.
besos.
A veces las letras pueden unirnos más que cientos de horas juntos. En estos lugares nos animamos a compartir una parte de lo que somos que quizás esta más cerca del corazón.
ResponderEliminarEn lo personal, he aprendido mucho de otros blogueros, me han llenado de reflexiones, perspectivas, poesías, cariños y honores...
¿Qué somos? por ahora tendrá que bastar lo que sientas.
Espero la reflexión a la que te ha llevado Juncal te acompañe y traiga luz en momentos de oscuridad.
Lopillas! Te mando un saludo en esta noche de brisas gentiles!
Juncal era muy especial, un ser de sensibilidad sublime. Se la echa de menos.
ResponderEliminarUn beso.
Somos el tiempo que nos queda.
ResponderEliminarEs triste, y una muestra más de que el tiempo pasa.
ResponderEliminarBesos.
QUE MARAVILLA SOMOS EL TIEMPO QUE NOS QUEDA
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