pinki

Pones musiquita de fondo, algo para la ocasión como Los Panchos pero sin letra, que la letra la pones tú. Dices por poner un ejemplo "Me cagu en las muelas de todos los poderosos del mundo mundial que cada vez me cuesta más llegar a fin de mes". Y repites tu frase cada vez que presionas un punto meridiano de liberación emocional descubierto por Gary Craig.

Paras.

Luego no vale ponerte a chatear un rato en feisbus ni bailar que es lo que te pide el cuerpo: sigues concentrado y te das un golpe en el punto de kárate que aún lo estoy buscando. Jusssha. Y repites la serie de presión en los puntos con una nueva frase de refuerzo en positivo como "estos caballeros mamones no van a conseguir que mis gafas color rosa se terminen de romper".

Y vuelves a toquearte. Los puntos meridionales, que todo hay que aclararlo.

Todo esto es pura ciencia, de veras. El enlace de arriba te sacará de dudas que sé que no me crees con esa cara que me estás poniendo de ya vació la nevera de cervezas.

Somos como un ordenador lleno de teclas a falta de expediciones corporales que a saber qué circuitos activan. Yo me lo creo que soy incrédula cum laude, de hecho lo hacemos inconscientemente: te duele el tormo, qué haces? te llevas los dedos a los puntos de la sien o del entrecejo. Pena que desde las cavernas tenemos el reflejo impacienteril que hace que tiremos de gelocatil en vez de tirar del botiquin de la frase "ordeno al taladrador de mi CPU que pare". Yo lo he hecho. Puede tardar dos días pero termina funcionando.

Otro día les cuento lo que he oído de la técnica del movimiento de ojos, pero me está costando sonsacarla. Yo ya he hecho pinitos por mi cuenta y he comprobado que si me miro la punta de la nariz me pongo bizca. Y todo alrededor se difumina. No es mal comienzo.